No hay nada noble en el amor no correspondido: se parece más al egoismo, porque el amor es cosa de dos, y esto es el amor de uno. No es Eco llamando al vacío, sino Narciso emborronando su imagen en el estanque. Sus poemas son reproches, su llanto, pataletas. No es un canto de soledad, es una exigencia velada. No es un "te quiero", es un "¿por qué no me amas?"