Luminaria que lloras luz amarga.

Rota de llanto, derramas belleza.

A todos acaricias, nadie te toca.

¿Será lo mismo pecar de amor que amar el pecado?

Hoy me he cortado el pelo y arrojado los mechones al fuego.

Ha sido hermoso ver como me consumían las llamas, como me convertía en cenizas, como me devoraba el tiempo.

La sensatez es la cualidad de los mediocres

La mediocridad el defecto de los sensatos.

Como ratas ascienden, como gusanos llegan

En el mar no hay esquinas

No hay nada noble en el amor no correspondido: se parece más al egoismo, porque el amor es cosa de dos, y esto es el amor de uno. No es Eco llamando al vacío, sino Narciso emborronando su imagen en el estanque. Sus poemas son reproches, su llanto, pataletas. No es un canto de soledad, es una exigencia velada. No es un "te quiero", es un "¿por qué no me amas?"

Cada día más aquí que allí

El tiempo nos sobreviene, camina sobre nosotros, pisoteándonos, nos arrolla hasta destruirnos, hasta borrar nuestras huellas.Y sólo dejará silencio

No hay pasos adelante, sólo miradas atrás.

No existen más pasos que los dados.

Sólo somos nostalgia embalsamada
pasado muerto
memoria incierta.

No nos queda sino mirar a atrás.

Sueños perdidos en un cenagal
estampas de tierras distantes
de paisajes llorados
de caricias perdidas.

Sueño cada noche la misma textura,
el mismo calor
la misma sonrisa.

Soñada. Llorada. Perdida

Miserias ahogadas en veneo, ahogadas en miseria.
Miseria impropia, deseada, regurgitada.
Miseria sin fin, lepra relamida.
Miseria cual moscas de otoño, ahogadas en veneno.

Veneno, extracto de agonía, muerte blanca.
Veneno impropio, deseado, regurgitado.
Veneno sin fin, dolor relamido
Veneno cual semen de odio, tiznado de miseria

Miradas en espejos
reproches invisibles
culpas eternas

Quizá no haya nada que lamentar

Quizá ellos se apiadan de nosotros

Duele despertar

Caminamos, nos encontramos y seguimos caminando...

Limpiar el camino, soñarnos de nuevo,

mi sueño y el tuyo,
en otro paisaje,
en otro camino,
en otro sueño.

Cada mañana amanece un bello rostro enjaulado... en mi memoria.

Recuerdo prisionero, perdí la llave de tu celda.

Veo un mundo rojo: como si el Sol derramase luz carmesí, como si el aire sangrara.

Veo un mundo rojo, ahogado en el vórtice de la rosa.

Vivo siempre con el corazón roto.

Necesito arrojarlo contra la pared para saber que está vivo, apalearlo para sentir su latido.

Amo más de lo que mi corazón maltrecho puede permitirse

Son las diez y media de la mañana, no tengo nada que hacer. Desayuno en la terraza, contemplando la vista de un día brumoso. Una taza de te rojo con jengibre y melocotón, humea aún a mi lado. Está amargo, pero sabe bien. El gato dormita sobre su lecho de yerba seca acurrucado y ausente. Campanas tocan a muerto. Es una mañana hermosa.

Y vendería mi alma, si mi alma algún precio tuviera, si hubiera alguien que la comprara, si hubiera algo que vender.