La vida tiene un sonido de fondo llamado angustia. Un rumor, una suave vibración que hace temblar la realidad, hasta volverla frágil. Allá donde vaya no tardo en percibirlo, si alguna vez dejo de hacerlo. En ocasiones, sensaciones mas intensas logran acallarlo u obviarlo, pero pronto se desvanecen en el silencio. Entonces vuelve. Nunca se ha ido.
Y yo ya no se si añorar acalla la angustia o la acrecienta o forma parte de ella.
Vivir duele.
15 de julio de 2006
Publicado por El Nigromante en 11:51 a. m.
14 de julio de 2006
Pienso, medito, recapacito, abandono, reanudo, retomo, repienso, remedito, rerecapacito y así continuamente... Y sobre todo, añoro. No, no es nada fácil.
Las fuerzas abandonan y todo pierde sentido, sumidos en una vida sin sentido, encerrados en una persona sin sentido.
Publicado por El Nigromante en 1:08 p. m.
25 de mayo de 2006
Duele, es bueno que duela, está curando, está enseñándome: a reconocer el amor, a saber cómo amar.
Pero mientras cure seguiré siendo un solar en obras en el que no se puede vivir. Aun soy un niño que envejece sin madurar. Nadie sabe lo que vendrá después.
Publicado por El Nigromante en 11:19 p. m.
20 de abril de 2006
El Ogro justificará toda pérdida, toda eliminación toda destrucción de lazos y afectos en pos de un yo mas fuerte y solitario, para defenderme de aquellos que buscan anularme, engañarme, utilizarme.
El Ogro siempre encuentra excusas, en pequeñas o grandes verdades. Excusas para mantenerme alejado, excusas para que sólo viva en mi mismo.
Si he de perder una mano, porque esta mano me ha fallado, al Ogro no le importa.
El Ogro buscará resarcir un daño con otro mas grande, devolverlo aunque para ello tenga que entregar media alma. El Ogro no busca mi bien, sino la satisfacción de mi orgullo.
El Ogro encontrará siempre razones que justifiquen mis errores, que ratifiquen toda acción destinada a satisfacer mi ego. El Ogro es insidioso y celoso de que ame a otras personas distintas a mi.
El Ogro me meterá en pozos cada vez mas profundos y me hará sentir feliz de cortar las cuerdas que me permitan escapar.
Publicado por El Nigromante en 11:11 p. m.