Pienso, medito, recapacito, abandono, reanudo, retomo, repienso, remedito, rerecapacito y así continuamente... Y sobre todo, añoro. No, no es nada fácil.
Las fuerzas abandonan y todo pierde sentido, sumidos en una vida sin sentido, encerrados en una persona sin sentido.
14 de julio de 2006
Publicado por El Nigromante en 1:08 p. m.