La vida tiene un sonido de fondo llamado angustia. Un rumor, una suave vibración que hace temblar la realidad, hasta volverla frágil. Allá donde vaya no tardo en percibirlo, si alguna vez dejo de hacerlo. En ocasiones, sensaciones mas intensas logran acallarlo u obviarlo, pero pronto se desvanecen en el silencio. Entonces vuelve. Nunca se ha ido.
Y yo ya no se si añorar acalla la angustia o la acrecienta o forma parte de ella.
Vivir duele.
15 de julio de 2006
Publicado por El Nigromante en 11:51 a. m.